La conducción es una actividad que si bien no tiene por qué resultar peligrosa, puede serlo si no se ajusta a las normas previstas. Y en algunos casos, las consecuencias de no hacerlo pueden ser nefastas.
Por esta razón, algunas conductas relacionadas con la conducción, más allá de suponer una mera infracción administrativa, el legislador ha considerado que son constitutivas de delito.
Así, el Código Penal tipifica los llamados delitos contra la seguridad vial, que explico en este artículo.